Pop in Rio
Desvergüenza, profanación, degradación, manipulación, usura… en todo eso y más se ha convertido el otrora mítico Rock in Rio. Podrido por el ansia de hacer dinero de sus propietarios primero salió de Brasil, traicionando por primera vez su propio nombre el cual indicaba el lugar de celebración, Rio de Janeiro. Desde ese momento se buscó celebrarlo anualmente para hacer más dinero vagando por distintas ciudades como Lisboa, Madrid, Buenos Aires convirtiéndose en el peor de los circos, como si fuera una marca comercial o una franquicia de NBA en vez del festival con más arraigo y popularidad del planeta. Pero la peor traición perpetrada por la gentuza que tiene sus derechos, repudiar por segunda vez el nombre del evento degradando su cartel al pasar de grupos como AC/DC, Rod Stewart, Iron Maiden, Metallica, Sepultura, Scorpions, Red Hot Chili Peppers, Guns n’ Roses, Whitesnake o Queen, a formaciones y artistas que quizás siendo famosos en España no son de primera línea mundial (exceptuando dos o tres). Estamos hablando del festival internacional más importante del mundo y en España tenemos la vergüenza de reunir amancebados de la radiofórmula cañí como Estopa o el Canto del Loco acompañados de gente realmente mediocre en el panorama musical internacional o simplemente acabados como Jamiroquai. Radiobasura hasta en la sopa, ¿como van a reconocer que al festival más importante deberían ir grupos vetados en Los 40? Así que ni rock ni río, POP IN RIO.
Esa es la cerrazón en la que vive esta gente, en un festival pauperrimo por tacañería de los organizadores y excluyente porque ignora otros géneros incluido todo lo que suene a guitarra eléctrica, es decir a sus orígenes. Esa es la ignorancia de todos los borregos que pagarán la estafadora cifra de 69 euros por un día y que asistirán como señoritos a un evento que ni siquiera tiene continuidad temporal (donde se ha visto un festival así dividido en varios fin de semana) algo básico para desconectar, desfasar y conocer gente de cualquier parte. Dicen que es con fines benéficos pero yo lo único que veo son artistuchos cobrando y a los demás pagando cantidades desorbitadas. Enriqueciéndose pero, eso sí, “Por un mundo mejor” como dice su lema, ¡toma ya! Olé sus cojones, mientras se lo crean los borregos y paguen, sin problemas. Como rebaño adoctrinado irán ordenadamente a balar a sus ídolos, artistas que no valen un duro, ni pasarán a la Historia de la Música como ya lo ha hecho este difunto festival. Descanse en paz.